Trasfondo oficial para Warhammer Quest Aguaoscura

Guía para los aventureros de Warhammer Quest Aguaoscura - ¿Qué es la Abadía de Jade?

La semana pasada se reveló Warhammer Quest: Darkwater en todo su esplendor. En este juego de mazmorras rejugable, tú y tu grupo de aventureros tenéis la tarea de enfrentaros a Gelgus Pust, uno de los hijos predilectos de Nurgle, que está intentando corromper el Manantial Siempreverde (Everspring) en el Reino de la Vida.

Ningún grupo de aventureros que se precie aceptaría jamás un trabajo sin conocer el terreno, así que hemos preparado una guía para vuestra misión. Para empezar, cubriremos la historia de la Abadía de Jade y lo que podéis esperar al poner un pie en sus otrora sagrados salones.

Todo comienza con el Manantial Siempreverde, una fuente de agua cristalina bendecida por Alarielle, la Reina Eterna. Este líquido sagrado es esencialmente Aqua Ghyranis superpotenciada: un solo trago cura cualquier enfermedad mortal, sana cualquier herida sin dejar cicatriz y, con una administración regular, uno puede alcanzar una especie de inmortalidad. Más que simplemente proporcionar un día de spa de cinco estrellas, el Manantial Siempreverde es una arteria vital de energía para Ghyran, dando incluso nombre a la Franja del Manantial Siempreverde (Everspring Swathe).*

Naturalmente, un recurso tan poderoso estaba estrechamente vigilado, y se construyó una fortaleza conocida como la Abadía de Jade a su alrededor. La orden monástica que habitaba la Abadía entrenó a una secta de guerreros para evitar que ciertos dioses del Caos —principalmente el alegre propagador de plagas— se apoderaran de él.

Gentes de todo Ghyran y más allá viajaban para visitar la Abadía de Jade, aunque pocos eran admitidos en sus sagrados salones, y aún menos eran los autorizados a beber de sus aguas con cierta regularidad. Sin embargo, las élites que controlaban la abadía tenían acceso casi ilimitado al Manantial Eterno, por lo que se volvieron funcionalmente inmortales al beber rutinariamente de sus aguas energizantes.

Ahora bien, cuando estableces un cuerpo gobernante de clérigos inmortales, es inevitable que surjan roces. Entra en escena Gelgus el Piadoso, un sacerdote con ambiciones de convertirse en gran lector. Aterrorizado por la idea de morir sin dejar huella en el mundo, Gelgus ansiaba una posición de importancia en la Abadía de Jade, pero lo curioso de los inmortales es que no suelen jubilarse.

El resentimiento se apoderó de Gelgus y su ambición comenzó a envenenar su alma. La desesperación y la arrogancia son una combinación potente, y juntas proporcionaron un terreno fértil para que la influencia de Nurgle echara raíces en el corazón de Gelgus. No pasó mucho tiempo hasta que estuvo vertiendo miel enfermiza en los oídos de la orden guerrera de la Abadía de Jade, volviéndolos lentamente contra los gobernantes de la secta.

Gelgus el Piadoso acabó convirtiéndose en Gelgus Pust, siervo del Abuelo, e intentó apoderarse de la Abadía de Jade en una traición brutal. Fracasó, pero su ataque dejó el lugar convertido en una ruina que se fue enconando con el paso de los años, mientras una podredumbre sobrenatural debilitaba lentamente sus defensas mágicas. Tras una larga campaña en la que Pust contaminó líneas ley y reclutó un abotargado séquito, ha vuelto a apoderarse de la Abadía de Jade.

Convertida ahora en un eco ruinoso de su antigua gloria, la Abadía de Jade todavía vibra con una poderosa energía mágica. Desde que Pust se instaló allí, los bosques que rodean las ruinas se han corrompido, mostrando pústulas supurantes y nubes de moscas enormes que zumban sobre ríos de pus en los que retozan los Kelpies del Cieno (Mire Kelpies). Los niveles superiores de la Abadía quedaron prácticamente destruidos durante el levantamiento inicial de Pust hace siglos; sus pasillos y salones inundados, plagados de trampas y cubiertos de moho, permanecen como testimonio de su asedio.

Cascadas invertidas, parte de un complejo sistema impulsado por piedra de reino (realmstone) construido para transportar el precioso líquido desde el Manantial Eterno, llevan ahora agua contaminada desde las profundidades. Ni siquiera Pust y sus seguidores han logrado aún abrirse paso hasta los niveles inferiores de la abadía, y se rumorea que el Santuario de la Vida permanece hasta ahora inmaculado, aunque la putrefacción y la ruina de Nurgle son casi inevitables. Ahora depende de ti y de tu grupo de héroes luchar a través de la Abadía de Jade y evitar la corrupción del Manantial Siempreverde.

Por suerte, tú y tu variopinta banda de héroes y mercenarios —probablemente tus mejores amigos y tu familia— sois un grupo hábil y dedicado, o al menos lo seréis una vez hayáis leído el reglamento. Más adelante tendremos más información sobre el trasfondo de los nobles héroes que podéis interpretar y el elenco de villanos cancerosos contra los que lucharéis.

* Claramente, a los cartógrafos no se les contrata por su inventiva.